sábado, 5 de septiembre de 2009

Cuando quise...

Cuando quise ir a buscarte a Madrid después del trabajo, nunca pensé que se volvería real. Pero al parecer soñarte tantas noches seguidas, fue garantía de que llegaras aunque sea a saludarme.

No lo pensé ni siquiera se me fue ocurriendo. Nunca supe si los boletos a esa ciudad imaginaria sólo llegaban a la estación intermedia, o yo me bajaba antes para “estirar las piernas” y huir, con excusas por el estilo.

Mientras tanto tú pegado en mi almohada, y a mí que se me pasaban las horas. Insomne, durmiendo, escribiendo, leyendo, tejiendo, hablando, cantando, volando. Daba igual. Con ropa o sin ella, sabían hundirte en la funda de mis sábanas, pegado a una canción o a un sueño que al despertar me dejaba contenta. Cuando quise despertar ya era tarde, no tenías idea de cómo me habías hechizado.

Te besé y me fui, e inventé pretextos para no quedarme. Te escapaste y volvías, tironeado por un par de ángeles quizás cabreados de escucharme hablarles de lo mismo.

Y escuché Serrano más preocupada en las letras, y te buscaba hasta por debajo de lo que escribo. Te dibujaba en cada letra, y hasta una canción salió de mi puño, sin querer y sin guitarra. Inventé dos es historias para que te quedaras convencido, de quizás alguien podría quererte como yo, pero nadie querría hacerlo con tantas ganas.

Cuando quise ir a buscarte a Madrid después de cualquier cosa, quizás estaba pensando en Santiago, en un Valparaíso o Buenos Aires y en realidad me daba lo mismo, porque cuando te besé no quise saber si existía otra ciudad perfecta, porque pegándote a mi cintura ya era todo tan distinto.

Cuando quise volver a soñarte escuché de nuevo tus pasos en la entrada. Eres real y eso parece todavía, aunque a veces no lo creo.

Déjame besarte mientras sigo queriendo ir por ti aunque te haya encontrado, no vaya a ser que de tenerte amarrado acá a mi pecho, te vayas lejos y yo no sepa por donde comenzar a re- buscarte.

9 comentarios:

Luis Cano Ruiz dijo...

Aprovechar el momento mientras no se escurra entre las manos.


Me ha gustado mucho.

Cuídate

Bárbara dijo...

uf...

Eme dijo...

Cuando quise ir a buscarte a Madrid*
me han contado que estas calles son frias*

besosdulces*

virgi dijo...

Muy bonito ese regreso, que la piel se te cubra de sonrisas.
Besos

Miguel Baquero dijo...

Me da cierto orgullo (¡seré tonto!)que incluyas a Madrid en tus preciosos textos y en medio de esta mitología de ciudades sudamericanas

 kotto dijo...

waaauuu... me encantó...

Rodolfo Serrano dijo...

poético y hermoso

El Lichi dijo...

Que gusto pasar por aca y encontrarse con palabras repletas de imágenes... Me gusto mucho...

Saludos cordiales y abrazos amigables.

Seguí inoculando al mundo con tu poesía... Jamás digas alto... y algún día nos encontraremos en el vacío terrenal para dibujar palabras con las cuales consternemos la representación de lo mágico, lo sublime y lo excelso... Hay un lugar para todo poeta... para todo creador de arte...

Monica Binsou dijo...

Huy! Que capacidad de penetrar hasta las entrañas y mas que desarrollaron tus lineas...puedo asegurarte que viaje entre ellas!
Me encanto lo lei!!...
Un abrazo...