Esto no puede ser no más que una canción, aunque a veces quisiera que fuera mucho más que eso. Sí, estoy triste, porque me dio por escribir y vaciar en mis pulmones una cajetilla de Belmont Light (de diez no más, estamos en pleno apogeo de la Ley de Tabaco) mientras escuchaba Ismael Serrano.Lástima que no sepa tocar guitarra. Lluvia, parejas abrazadas por todos lados, melancolía; cuatro y media de la mañana, insomnio molestoso y mamón. Sí, podría haber escrito la mejor declaración de amor. Quizás a Silvio le pasó algo así y el resultado fue "Yolanda".
Madrugadas lluviosas, mina de 22 que parece una niña. ¿Qué te pasa? me pregunta al lado de mi cama. Se ve feliz, radiante ¿Cómo va a entender por qué lloro si, de callarme tanto, apenas se explicarmelo yo? No, todo mal. Una cabra chica, moqueando porque se siente sola. Patético dirás tú. Lo mismo opino.
Y es en este estado, insomne, casi apestoso, en que decido no darle más jugo. "Voy a botar las colillas de los ocho mil cigarros que me fumé", desaparezco tras el umbral de la puerta. Ya debe estar durmiendo.
Miro la guitarra, siempre me pasa cuando estoy así, que me encantaría saberme aunque sea "El gorro de lana". Hay tanta complicidad entre un gitarrista y su instrumento que me gustaría sentirla alguna vez. Acariciar esas cuerdas y poder decir lo que, ni escribiendo, he podido durante todo este tiempo.
Que me siento sola por ejemplo. Que maaaal, me carga lloriquear por esto. Despues de mi decimo octava desilución, tras haber parchado el corazón con "La gotita" me dije "no más" Me pinté el pelo negro, lo dejé lo bastante largo y me pinté las uñas rojas. Toda regia, elegante.Quizás proyecte otra cosa. Resulta a ratos, pero hoy no. Quizás estaba lo suficientemente sensible para eso. Pero bueno, soy humana, y es ventaja que quien se de el gusto (o la paja) de leer pueda conocerme completamente.
De todos modos agarré la guitarra. Un Do, un RE y un Fa sostenido. Juro que estoy tocando. Salió algo, no muy pulido pero algo. Empiezo entonces a ponerle letra ( para eso sí que soy buena)
De pronto me encuentro más relajada. No sé que será pero empiezo a hablar sola (música de fondo) Le conté todo mi drama a esta señorita. Lo mal que me siento a veces, los errores que he cometido, la de besos que no he dado por cobarde, la de gente que he dejado ir por culpa de esos miedos tontos.
Me escucha, la oigo también. Me calma, estoy sonriendo.
En fin... Otra noche más de insomnios raros. No de los entretenidos en que recuerdas maldades o salidas varias. Ya sabes.Madrugadas lluviosas, mina de 22 que parece una niña. ¿Qué te pasa? me pregunta al lado de mi cama. "Ahora nada, una amiga me escuchó" Cual Scarlett O`hara concluyo en que "Mañana será otro día" abrazo mi osito de peluche (Que verguenza, todavía tengo uno) y cierro los ojos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario