domingo, 13 de marzo de 2011

Que hasta el silencio se quede callado

Contaron hasta tres y pararon ese ruido. Como una broma, un experimento, o el presentimiento porfiado de que algo bueno saldría de ello. Carcajadas que estallaban en silencio, y ansiedad descontrolada por saber que sucedería. Nunca antes hubo fenómeno semejante en la historia.
Apretaron un botón, y raudamente el ruido se fue callando. Una a una las luces se apagaron, los semáforos no funcionaron, las bocinas de los autos quedaron mudas. Los perros no ladraron asustados, fascinados quizás por el espectáculo que comenzarían a presenciar.
Estrellas que brillaban exuberantes, y una luna llena tremenda, que lucía con más fuerza, para que no fuera necesario achinar los ojos para mirar.

Fue de noche, a las diez. Un viernes como todos los demás, cuando terminaba un verano igual a todos los veranos anteriores.

La gente quiso encender su celular, pero toda batería estaba muerta. Los laptop no funcionaron, y ni hablar de los teléfonos públicos, cada vez más escasos en las principales avenidas. La gente quiso encontrar una emisora de radio, que explicara lo que estaba pasando, pero ninguna lograba conectar. Era el día más especial, era el día de quedarse callados.

El cielo se nubló y los ángeles empezaron a llorar. El Dios del trueno tronó en silencio y cayeron máscaras, miedos y carcazas.

La gente comenzó a correr despavorida. El silencio asusta y el recuerdo que trae por añadidura, mucho más.

Comenzó a escucharse soledad y promesas rotas, los sueños que no se cumplieron. Se oían en silencio las oportunidades que dejó pasar ese hombre de terno y corbata, al unísono con los amores rotos de esa muchacha de tacones rojos. El miedo a perder, el terror a ganar.
Todos huyendo, encerrados, agobiados. Nadie quiso escuchar, pero la nada siempre tiene alguna cosa que decir.
En un segundo paró la lluvia, comenzó el ruido una vez más. Las luces se encendieron, y quienes gritaban despavoridos retomaron su rumbo con normalidad. Conversaciones iban y venían, el vacío regresaba  y la verdad se iba esfumando.

3 comentarios:

Vian dijo...

**

k@ritito dijo...

Fue un silencio ? =)

aapayés dijo...

me quedo con el silencio..

Un placer siempre visitarte..


Un abrazo
Saludos fraternos..