domingo, 28 de junio de 2009

Llueve



Llueve tanto por acá
y tu tan lejos que ni siquiera alcanzas a mojarte.
Llueve tanto que da rabia,
llueve tanto que da risa,
llueve tanto que da pena,

Llueve tanto que te limpia el alma y la chaqueta,

llueve tanto que te dan ganas de salir a mojarte
de pies a cabeza, sin importar pasar dos semanas en cama con una tos de esas que duelen.

Llueve tanto por acá, y apareces como un rayito de sol,
llueve tanto que te extrañaba, llueve tanto que me dueles por cada gota.
llueve tanto que quiero abrazarte pero tu voz no alcanza para hacerlo,

Llueve tanto que te cuento, que está lloviendo por estos lados y que quiero abrazarte aunque estés tan lejos que ni siquiera alcanzas a mojarte.

4 comentarios:

LB Valdés dijo...

Está precioso. Yo me quedo con ese sonido mezclado entre melancolía y alegría que dá la lluvia, como esos días para dejarlos en regaloneos entre las sabanas.

abrazos

Elige Tu Propia Aventura dijo...

siempre que llovió paró
todavía no se si es positivo o no el comment
un saludo

Fer dijo...

Gracias a Laura o por culpa de ella, te leo y me dejo llevar por un verso viejo... te lo dejo/regalo.
XIV
Ayer cuando veníamos a casa, la lluvia golpeaba mi cara,
dejando surcos, haciendo alas...
Ya hay pocas cosas que me alegren un tanto, sobre todo ayer, cuando veníamos a casa, la lluvia me golpea el rostro confundiéndose con mis lagrimas.
Te leo.

Señor Posmópolis dijo...

Llueve en la memoria. Pero que no llueva sobre mojado para poder recordar lúcidamente.

Quiero crear lazos, busco habitantes y lugares donde habitar. Te invito al Archivo Posmópolis.