martes, 19 de mayo de 2009

Casandra


Casandra es una princesa. De largos y suaves vestidos blancos.
Tan delicada es, que una severa anemia la obliga a dormir la mayor parte del día, acurrucada como un tierno ovillo en los sillones de palacio, ronroneando a todo vasayo que, a esas horas, pasea por los pasillos reales.
Casandra es alta, como toda monarca europea.
Distinguida, como cualquier noble de un siglo lejano. Inquieta, como toda niña criada por profesoras de piano y protocolo.
Ojos verdes, sonrisa pequeña y dientes coquetos, maquilla su naríz al salir de paseo por los prados, meneándose al contorno de un coqueto caminar, mientras se reclina en las terrazas que dan hacia exóticas palmeras.

Casandra casi no sale a la calle ahora que comienza el frío.
Su salud es delicada, y prefiere mirar televisión en frente de alguna estufa. Las corrientes de aire la hacen estornudar, y debe mantenerse a salvo del peligro. Algún día reinará, por eso sólo asiste a los bailes de noches calurosas, o a tertulias en tardes de sol.
Casandra tiene un amigo de chaqueta gris y ojos grises, que deambula por la casa como un eterno enamorado. La invita a mil paseos y ella asiste a dos o tres. Brillan sus ojitos cuando el príncipe se acerca, pero prefiere sembrar la duda.
"Sisifo" lo entiende, y persevera en sus invitaciones.

Casandra no miente, aunque a veces como buena mujer, exagera un poco.
No le gustan los baños largos, ni las sesiones de belleza muy pensadas.
Casandra es tan bella,que prefiere ser natural.
Comer cuando le de la gana y lo que haya, dejando para otros eso del caviar y langostinos. Prefiere algo de atún y vasos de leche blanca, entrada la noche, para luego irse a dormir en los brazos del rey o la reina.

Casandra termina sus días, siempre de la misma forma. Recostada en la cama Real,
esperando la llegada de sus padres, para convencerlos de meterse entre ellos a dormir.
Para, al día siguiente, muy temprano, bajar corriendo las escaleras. Tomar su vaso de leche blanca y ronronearle
al primero que deba partir al trabajo.
Comenzando el
ritual
de una regalona y bella gata - princesa , una vez más.

7 comentarios:

R. dijo...

creo que me he enamorado de casandra!

Luis Cano Ruiz dijo...

Yo tengo un gato que, aunque menos de la realeza que casandra, se pasa sus días entre sueño y sueño.

My dijo...

quien fuera casandra.. =)

bàrbara dijo...

es una coqueta, no te puedo decir nada,aceptara un subdito llamado martin,que es un mamon de un año,negro ojos negro,delgado jijiji,la quero para cuñada de mi gata....

Bárbara dijo...

Casandra... esta loca como ella sola...pero sisifo fiel y al final es el unico que cree en ella

Parece que despues de este cuento tendre que decir que es un honor para mi haber compartido con Casandra

Juguex dijo...

Es el único relato que te he leido, y creo que es el mejor.
Y es como tranquilizador y cálido y dan ganas de ser gato.

p.d.: te veo en la pista loca de autos de carrera adentro de el mall que representa nuestra universidad (a ver que pasa).

Laura dijo...

¡Qué linda es Casandra! Y qué buena vida la suya...
Un saludo