sábado, 4 de octubre de 2008

La noche en un calendario



Te guardo besos desde Enero, para que mayo llegue a pedírmelos de vuelta.

Toca la puerta, entra corriendo, desesperado e impaciente, y quiere llevárse todo

en solamente una noche.

Es ahí donde no quiero perderme nada, ni la locura de enredarme entre tus sueños,

de darte mi alma y un todo.

Un algo, un poco más, lo que sea que suene concreto.

De desvestirme de la duda y de lo terco,

de arrancarte a tirones certezas inciertas,

de botar donde se pueda, la mentira y el quizás que tan bien se amolda al cuerpo.

Es ahí donde corro desesperada.Hacia tus brazos, quizás para quedarme contigo,

para comerme un reloj a besos, para jugar con algún recuerdo.Con algún recoveco de calma.

Te guardo promesas desde un tal julio, para cumplirlas quizas en agosto.

Puede que octubre quiera pasarles revista,

o diciembre tenga armado el inventario,

saber lo que fue de verdad y lo que se vació de entusiasmo.

Te guardo todo desde esos tiempos.

La misma noche en que el calendario burlón e idiota guíñaba septiembre ,

y febrero gritaba en mi oído, que quizás sólo tendría esa noche.


1 comentario:

eme dijo...

wau!!! me encnata como escribes... eres de las pocas personas que consiguen llegarme hasta el corazon...
besos