¿?

No me preguntes más, las cosas son más simples cuando me miras.

¿Qué desde cuando siento esto?

¿Qué por que no lo escribo en palabras?

¿Qué qué es lo que me pasa?

Que con suerte lo sé yo, y todavía no sé cómo se explica. Que te pasa lo mismo que a mí, que tus miedos calzan perfectos con los de esta idiota. Que nadie sabe cómo se escribe esta historia ni las demás. Eso no importa, son sólo palabras.

Acuéstate acá a mi lado. Esta noche es nuestra, y quizás lo sean también las que siguen. ¿Es necesario gastarlas hablando?

Si planeaste un beso puedes dármelo.

Si me imaginaste en ese momento, podrías volar conmigo y hacerlo real.

Si quieres amárrate a mi cintura, o al menos inténtalo.

Si es un minuto, una hora, o tres vidas juntas. Quién sabe.

Quizás las manos entrelazadas calcen justo como debe ser. Quizás si caminas conmigo te rías más, yo tema menos y los besos se hagan recurrentes.

Nadie lo sabe, no quiero preguntas.

No cuestiones más este momento ni los que vienen. Yo no quiero hacerte daño,

mejor dame un beso imaginario, camino del trabajo. Recorre mi alma con tus manos caminando por la playa. Dejame mensajes en la luna, aprendí a leerlos hace rato. ¿Qué no hay luna? Entonces en tus ojitos, que cuando ríen brillan igual.

Puede que las cosas se vuelvan perfectas.

Puede que la distancia se haga todavía más cortas.

Puede que si es así, por fin puedas confiar y yo aprenda de una vez a hacerlo contigo.