Escribiendo en la luna...

No tengo táctica que valga un trago.

Quizás el humo de mi cigarro light pueda dibujar figuritas en el aire para decir algo.

No tengo palabras que no haya dicho, alguna vez, con la mirada esquiva, tampoco ganas de buscar nuevos dialectos.

Las estrategias de Benedetti están extintas, y el cigarrito de Jara se consume lentamente mientras lo veo deambulando de aquí hacia allá.

No tengo un auto y mi bicicleta se rompió en una salida de tarde, mis rodillas están sucias, pero se limpian fácilmente cuando lo necesito.

Tengo risas, muchas. Todas ellas con los dientes más pequeños de la historia.

Tengo ganas, muchas ganas de escribir un lienzo allá arriba, para que cuando mire sepa qué es él a quien le digo todo esto.

Quizás le dibuje una sonrisa, quizás le provoque un sentimiento. Quizás, en una de esas

vuelva a necesitarme.

Apostaría que también, de vez en cuando, intenta dibujarme, en su memoria, con sus manos, quizás con alguna de las palabras que nunca le salen.

Apostaría que no sé nada, mientras pienso en lo que no tengo...

¿Piensas que sería bueno escribirle todas estas cosas en la luna? Para que las vea en algún momento.

Ojalá que sí, porque eso estoy haciendo.